Bullying: cómo identificarlo y evitarlo
El acoso escolar, también conocido como bullying, constituye uno de los desafíos que más impacto ejerce en la salud psicológica y emocional de los niños y jóvenes en período escolar. Se caracteriza por una conducta reiterada y premeditada que tiene como propósito intimidar, someter o amedrentar a la víctima, que generalmente es otro estudiante, ya sea dentro o fuera de las instalaciones de la institución educativa.
Cifras sobre el Bullying
Antes de la pandemia, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló que el 40% de los estudiantes sufría acoso escolar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia de COVID-19 y la transición a las clases en línea, los casos de acoso físico disminuyeron, pero se observó un considerable aumento en los incidentes de acoso digital. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) informa que el 21.7% de los estudiantes fue víctima de este tipo de acoso, representando un aumento de casi el 2%.
Sin embargo, el acoso escolar no se limita a México; la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) señala que alrededor de un tercio de la población estudiantil en todo el mundo experimenta el bullying. Los incidentes aumentan entre el quinto y el primer año de educación media, y los hombres tienen una mayor probabilidad de ser víctimas, ya que el 32% de ellos sufre acoso, en comparación con el 28% de las mujeres.
Tipos de bullying
El bullying en la escuela se presenta en diversas modalidades y, como mencionamos anteriormente, no se limita a entornos de clases en persona. Identificar los distintos tipos de acoso puede ser útil para reconocerlo de manera más clara y tomar medidas preventivas.
Bullying físico: Es la forma más común y fácil de reconocer. Implica agresiones físicas, maltrato o sustracción de las pertenencias de otra persona. Puede ser llevado a cabo por uno o varios individuos.
Bullying verbal: Sucede cuando se producen burlas, se utilizan apodos despectivos, se lanzan insultos, se hacen amenazas u otras formas de humillación verbal dirigidas a los compañeros.
Bullying social: Este tipo de acoso, que suele ser menos obvio, ocurre cuando se intenta aislar a la víctima para que no pueda hacer amigos. Una estrategia común para lograrlo es difundir rumores o información perjudicial que debilite las relaciones sociales del estudiante.
Bullying por internet: También llamado «ciberacoso», se refiere a cualquier tipo de acoso que ocurre a través de medios digitales. Lamentablemente, las redes sociales son un terreno propicio para el bullying en línea, ya que se benefician del anonimato y la amplia difusión de rumores, memes o cualquier otro contenido que pueda resultar humillante.
Consecuencias del bullying
El acoso escolar provoca efectos adversos en la víctima, como una disminución de la autoestima y la motivación, la pérdida de interés en los estudios que puede resultar en fracaso académico, trastornos emocionales, problemas de salud física, depresión, ansiedad, e incluso pensamientos y comportamientos suicidas. Lamentablemente, ser víctima de acoso escolar constituye el factor de riesgo más significativo para el suicidio en niños y adolescentes.
A pesar de que las repercusiones principales afectan a la víctima, si el agresor no es detenido y tratado, y no se aborda la raíz de su comportamiento agresivo, podría continuar con estas acciones y desarrollar futuras conductas dañinas, incluso fuera del ámbito escolar.
En complemento del agresor y la víctima, el bullying tiene efectos en la sociedad, también afecta a quienes son testigos y promueve una actitud de insensibilidad y tolerancia hacia el abuso y la violencia en general.
¿Cómo identificar el bullying de manera temprana?
Como hemos señalado anteriormente, el bullying guarda una estrecha relación con el malestar emocional y psicológico, por lo tanto, identificar estos factores de riesgo puede ser de utilidad para reconocer a aquellos involucrados en estas dinámicas.
Detectar y discernir una disminución en la autoestima, la falta de motivación o la insuficiencia en la inteligencia emocional, junto con un bajo rendimiento académico, puede indicarnos que un estudiante está atravesando situaciones estresantes en la escuela, posiblemente relacionadas con el acoso. Es esencial recordar que los perpetradores a menudo repiten patrones de agresión que han experimentado previamente; por lo tanto, identificar a estos posibles acosadores y brindarles el apoyo adecuado puede ser una herramienta de gran impacto para prevenir el acoso escolar y comportamientos antisociales.
Con las herramientas de Psicometrix, se puede evaluar de manera objetiva los aspectos socioemocionales de los estudiantes mencionados anteriormente. A través de un sistema de alertas, se identifica de manera clara quiénes podrían necesitar atención especial en áreas específicas. Esto ofrece la oportunidad de brindar el apoyo necesario para que los estudiantes mejoren tanto en su rendimiento académico como en su bienestar emocional.
Si sientes curiosidad por nuestras evaluaciones y su potencial para contribuir a la prevención del acoso escolar, no dudes en visitar nuestra página.