Tips para formar equipos en el aula
La colaboración entre estudiantes es esencial para desarrollar habilidades fundamentales, como la comunicación oral, el intercambio de ideas, la resiliencia frente a la frustración y la distribución de responsabilidades. Aunque las clases en línea y mixtas han afectado las dinámicas de trabajo en equipo, algunas son universales e independientes del entorno de colaboración.
Aquí te presentamos algunos consejos para fomentar la colaboración y obtener buenos resultados, aplicables tanto a equipos presenciales como remotos.
1. Equilibra los perfiles de tus estudiantes
Para lograr esto, es de suma importancia que tengas un conocimiento profundo de los estilos de aprendizaje de tus estudiantes, lo cual te permitirá formar grupos de individuos con habilidades particulares que puedan complementarse de las fortalezas de otros.
Una herramienta muy útil para comprender a tus estudiantes es el Perfil de Aprendizaje de Psicometrix, que te permite conocer tendencias cerebrales, canales VAK, procesos cognitivos y otras características valiosas.
Por ejemplo, si deseamos equipos diversos en términos de neurotalento, podemos empezar reuniendo los 4 perfiles: Organizado, Creativo, Analítico y Social, y luego distribuirlos en los grupos para garantizar una diversidad equilibrada en estas cualidades.
2. Selecciona cuatro o cinco alumnos por grupo
Es fundamental que el número de estudiantes en el equipo esté bien equilibrado. El objetivo del trabajo en grupo es fomentar la interacción entre diversos perfiles y perspectivas. Si el grupo es muy pequeño, se corre el riesgo de perder esta diversidad, mientras que si es demasiado grande, la participación individual puede diluirse.
Aunque esto puede variar según el tipo de tarea, te aconsejamos que los grupos no superen cinco miembros y, en caso de necesitar un equipo más extenso, consideres crear subgrupos para que todos puedan mantener claro cuál es su responsabilidad.
3. No temas miedo a los ajustes
Una vez que los equipos tengan el número de estudiantes planificado, verifica: ¿Hay una equidad de género? ¿Representan la diversidad del grupo? ¿Puede haber potenciales conflictos entre los miembros del equipo? Responder a estas preguntas te ayudará a decidir si es preciso realizar ajustes entre los grupos.
Igualmente, si un estudiante se acerca porque no se siente cómodo en su equipo, escucha sus razones y evalúa si es necesario un cambio. La flexibilidad es clave, ya que un estudiante que se siente cómodo y valorado suele rendir mejor.
4. Establece reglas de colaboración
Recuerda a tus estudiantes que todos poseen habilidades diversas y que es fundamental escuchar y respetar las opiniones de cada uno. Anímales a dialogar acerca de sus fortalezas y cómo pueden contribuir al equipo. Es crucial que, en esta primera etapa, todos definan claramente sus responsabilidades y asuman el compromiso por escrito para prevenir futuros desacuerdos.
Después de definir las actividades, planifiquen los horarios para el trabajo individual y las reuniones para intercambiar ideas.
5. Optimiza las herramientas de comunicación
Incluso en un entorno presencial, es esencial definir herramientas para la interacción remota en estos tiempos. Además de las videoconferencias, consideren el uso de pizarrones virtuales, juegos en línea para estimular la creatividad o redes sociales para documentar los resultados.
Es posible que algunos de tus alumnos tengan un conocimiento más profundo que el tuyo acerca de las diversas aplicaciones y entornos virtuales disponibles. Invítalos a que compartan su experiencia y sugieran alternativas a sus compañeros.
6. Mantén un ambiente positivo
Para lograrlo, es importante que mantengas un seguimiento de los equipos y su desarrollo. A veces, los conflictos pueden resolverse por sí mismos, pero en otros casos, es necesario que el profesor intervenga. Esto no implica que debas interrumpir constantemente la dinámica del equipo, pero sí debes acercarte periódicamente para evaluar su progreso y asegurarte de que todo funcione sin problemas.
Si un estudiante no cumple con su parte o, por el contrario, otro se destaca, reconoce la participación individual. Esto motivará a los estudiantes y les mostrará que el esfuerzo personal sigue siendo valioso al trabajar en equipo.
El trabajo en equipo es fundamental para los estudiantes, ya que desarrollan habilidades esenciales para la vida. Equipos bien coordinados tienen más probabilidades de obtener resultados sobresalientes.